En la Sierra de Burete, entre Caravaca y Cehegín, se consolida el proyecto en el que PROFOMUR está trabajando desde el pasado mes de febrero, es un proyecto piloto consistente en la demostración de la viabilidad de utilizar las cortas de los aprovechamientos de leñas y maderas en los terrenos forestales para fines energéticos. El conjunto de leñas y maderas generados en los montes de la Región deberían de tener algún aprovechamiento que hoy no tienen, por eso el aprovechamiento de la biomasa forestal con fines energéticos se presenta, además de cómo una oportunidad del desarrollo rural en áreas de montaña como el único medio para disminuir la carga de combustible de los montes de la Región.
Con este proyecto se consiguen dos fines fundamentales:
- Sanear las masas forestales que tan necesitadas están, consiguiendo la conservación y cuidado de nuestro patrimonio natural y sobre todo para que puedan seguir ejerciendo su función principal y tan importante como sumideros de CO2. Aquellas masas arboladas tratadas aumentan la tasa de fijación de CO2.
- Utilizar la biomasa forestal como sustitutivo de los derivados del petróleo, reduciendo así la dependencia actual que tenemos a estos combustibles fósiles. Cada kg. de astilla de madera sustituye a 3 Litros de gasoil, que son 2,7 Kg. de CO2 por litro de gasoil que se deja de emitir a la atmósfera, en total 8,1 kg de CO2 que dejamos de emitir por cada kg de astilla.
PROFOMUR confía en la utilización del potencial de la biomasa para conseguir la conservación de los montes y la sostenibilidad en el tiempo de producción forestal de biomasa con los beneficios que genera para el medio ambiente
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