Existen en oficinas y en edificios residenciales determinadas zonas en las que el paso de personas no es continuo, como por ejemplo garajes, almacenes, pasillos, aseos, etc., dichas zonas se encuentran parcial o constantemente iluminadas, realizando de esta manera un uso ineficaz de la iluminación y por lo tanto de la electricidad.
La solución inmediata a este problema, y de coste nulo, es concienciar a las personas que usan los aseos de que apaguen la luz cuando no es necesaria. Aún así, la forma de asegurarse de que la luz sólo permanece encendida cuando se necesita es mediante la instalación de detectores de presencia, con lo que se espera ahorrar energía al disminuir el consumo eléctrico por el menor tiempo de encendido de las luminarias.
Se pretende sustituir los interruptores de luz en estas zonas por detectores de presencia con el fin de que dichas zonas estén únicamente iluminadas cuando sea necesario, con el consecuente ahorro de electricidad que esto conlleva.
Con la instalación de estos dispositivos en un edificio convencional se llega a reducir hasta un 50% el consumo eléctrico de todas estas áreas, así como el aumento de la vida media de las bombillas. |